Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Google, una de las compañías multinacionales más importantes del mundo, anunció esta semana una doble revolución a nivel ejecutivo y corporativo. En primer lugar, se ha creado una nueva sociedad matriz, “Alphabet Inc.”, que controlará todas las unidades de negocio de Google, las cuales ahora pasan a ser empresas independientes bajo la supervisión de la “empresa madre”. Larry Page, hasta ahora CEO de Google, será el presidente de esta nueva compañía, al tiempo que ha nombrado a su mano derecha, Sundar Pichai, como director ejecutivo del motor de búsquedas.
La compañía con sede en Mountain View (California) cuenta con 57.150 empleados; facturó 16.153 millones de euros en 2014 gracias, sobre todo a la publicidad que genera su motor de búsquedas; y aparte de ser uno de los valores clave en el Nasdaq de Wall Street (su valor bursátil es de 460.000 millones de dólares) es, después de Apple, la segunda marca con mejor reputación a nivel mundial, de acuerdo con el ranking anual elaborado por Interbrand. Así pues, ¿por qué este cambio?
Larry Page, “alma máter” de Google, ha justificado esta reestructuración aduciendo que “la compañía va bien pero podría ir mejor”. El objetivo de Page es triple: dar autonomía a cada una de las subsidiarias de la nueva empresa para fomentar su creatividad y proseguir la diversificación de su negocio; promover la I+D como valor añadido principal del grupo; y apostar por una política de mayor transparencia.
Alphabet pretende devolver al grupo el original espíritu de compañía start-up, profundizando la idea que siempre ha defendido Larry Page: “no somos una compañía convencional ni aspiramos a serlo”. Así, la exigente demanda de innovación que existe en el mercado tecnológico hacía necesario adelgazar las estructuras corporativas y agilizar el proceso de toma de decisiones; de esa forma, se favorecerá la escalabilidad de la empresa y se promoverá la I+D, con la pretensión final de que las ideas más transformadoras acaben deviniendo productos comerciales exitosos. Page pretende que todas las líneas de negocio del grupo funcionen a pleno rendimiento y sigan el modelo de YouTube, que funcionaba en la práctica como una estructura empresarial autónoma. A partir de ahora, además de Google Inc., las hasta ahora unidades de negocio X Lab, Ventures y Capital –antes todas ellas con la etiqueta “Google”-, así como Nest y Boston Dynamics, pasarán a ser compañías mercantiles dependientes de la empresa matriz, Alphabet, que ha sustituido de forma automática a Google Inc. en el Dow Jones. Finalmente, y en aras de una mayor transparencia, Alphabet Inc. desglosará las cuentas de cada una de las compañías dependientes de la matriz a partir del Q4.
El propio Larry Page, en una carta publicada en su blog, cuando justificaba el por qué de su decisión, señalaba: “Durante mucho tiempo creíamos que, con el tiempo, las compañías tienden a acomodarse haciendo lo mismo, simplemente llevando a cabo cambios coyunturales. Pero en la industria tecnológica, donde las ideas revolucionarias conducen a las próximas áreas de gran crecimiento, necesitas ser un poco inconformista para mantener tu posición”. Así pues, este drástico cambio deja implícito un mensaje que debe quedar grabado en la mente de todo empresario: los grandes líderes son aquellos que no caen en el conformismo y se adelantan a los cambios que imperan a toda velocidad en el mundo empresarial y, más especialmente, en el mundo “puntocom” en el que se mueve Google.
Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Mucho se está hablando de la digitalización de BBVA, pero, en mi opinión, no son tantos los que son conscientes del proceso por el que está pasando, uno de mis bancos favoritos con mucho, y lo que significa. De todas las decisiones que ha tomado el Presidente de un banco, en el mundo, en lo que va de siglo, ninguna me ha gustado más que la tomada por Francisco González cuando decidió que había que digitalizar BBVA, me parece, simplemente, brillante, enormemente difícil, y el cambio más grande que haya realizado el banco en toda su historia, pero es sin duda una decisión brillante, y atrevidísima. Sin embargo, a estos dos calificativos tengo que añadir el más relevante de todos, necesaria. La digitalización de BBVA era algo absolutamente inevitable si el banco quiere sobrevivir a lo que queda de s. XXI, que es mucho aún.
¿Por qué es inevitable la digitalización del BBVA? Porque aquellos bancos que no sean capaces de convertirse en empresas digitales, se quedarán fuera de la mayor parte del negocio, porque otros actores, no procedentes del sector bancario, se harán con buena parte de él. En mi opinión, los bancos tienen que entender que, en menos de 5 años, los bancos estarán compitiendo con otros bancos, pero, sobre todo, con empresas como Google, Apple o Facebook, quienes, sin duda cometerán errores, pero que tienen mucho músculo financiero, y muchas ganas por entrar en el sector de servicios financieros. Mucho tienen que aprender aún los bancos de las tecnológicas, y como ejemplo, está Paypal, tecnológica que lo hace muy bien en uno de los negocios típicamente bancarios, el de las transferencias y las pasarelas de pago. Este siglo verá como muchos bancos desaparecen porque no serán capaces de competir en costes ni en servicios digitales, y los rápidos se quedarán con los lentos, y, sobre todo, con su cartera de clientes, si es que les queda algo… Esto es algo que sin duda cambiará en el sector financiero, hasta ahora, era el grande el que se comía al pequeño, ahora será el rápido el que se coma al rezagado, si es que le interesa, que es algo que está por ver.
¿Qué diferencia a BBVA de otros bancos? En este momento, que ha convertido la digitalización en la base de su plan estratégico, hasta tal punto, tal y como comenté en Gestiona Radio, en el programa Pulso Empresarial, dirigido por Rubén Gil, que la cúpula del banco, ha decidido cambiar a su Consejero Delegado, por alguien cuyo principal objetivo será este, y con background en negocios digitales, al menos dentro de la propia casa. ¿Conseguirá BBVA dar este cambio? Sin duda, no será fácil, probablemente sea, hasta cierto punto doloroso, pero es un proceso por el que tiene que pasar, no ya para mantener su posición de liderazgo en los mercados en los que está presente, estamos hablando de su supervivencia. Aquellos bancos que no vean esto tan claro como lo ha visto Francisco González sufrirán las consecuencias, quizá no hoy o mañana, pero si en 10 años, y si no, al tiempo.
Un tema
que resulta ciertamente preocupante es el hecho de la grave crisis por la que
atraviesa el sector de la publicidad en general, que parece haber afectado a este
gigante. Según datos el coste por clic ha disminuido a nivel mundial, situándose en un 8% entre julio y septiembre, si bien es posible que se trate de
una bajada propia del periodo estival, aunque extraña que se vea afectada una
multinacional como esta por un tema relacionado con la estacionalidad. Sin duda habrá
que esperar algunos trimestres para entender si esta caída se trata de algo
coyuntural o si realmente estamos hablando de un cambio de tendencia.
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