Delaviuda
siempre me traerá muy buenos recuerdos, a esas Navidades de la infancia, que
pasaba en casa de mi abuela en Bilbao, que adoraba los productos de esta
potentísima marca de Toledo, tierra que me encanta. Pues bien, esta es una
empresa que es un ejemplo de tesón, fuerza de voluntad, prudencia y saber
aprovechar las crisis.
Sigue siendo una empresa familiar como ya era cuando se
fundó allá por el año 1927, aunque entonces, en Sonseca, tenía otro nombre,
Manuel López, nombre del fundador. Lo de Delaviuda vino por una tragedia que
sufrió la familia. Su fundador, Manuel, falleció en 1939 en la Guerra Civil, y
fue su viuda quien tuvo que sacar adelante la empresa y a sus hijos,
rebautizando sus vecinos de Sonseca su confitería, de Manuel López a Viuda de Manuel
López, y después a simplemente Delaviuda.
Lo
cierto es que esta es una historia de superación de las que animan a emprender
y a no rendirse nunca. El hijo de Manuel López, y de su viuda, sin la cual esta
empresa jamás habría creado la riqueza que ha creado, ni habría alegrado las
Navidades de millones de españoles, María, se hizo con las riendas de la
empresa y pronto decidió ampliar el negocio, y en 1963 abrió una fábrica de
producción y distribución en la propia Sonseca, donde estuvo en su día la confitería
de sus padres que, gracias a la calidad de sus productos, se había quedado
pequeña.
En
la década de los 90, que también tuvo su crisis, la empresa adquiere Mazapanes
de Toledo, un competidor de la zona que comenzó su actividad en 1910. A esta adquisición
se une, en la misma década, la de Monerris Planelles, es decir, la empresa
dueña de la marca El Almendro – sí, es la que todos estamos pensando, la de
«vuelve a casa vuelve por Navidad»- todo un referente en España.
En
la primera década del presente siglo, la empresa decide desestacionalizar sus
ventas y adquiere una compañía francesa llamada Artenay Bars que se dedica a la
producción y distribución de barritas de cereales y muesli, aprovechando la
situación de crisis por la que atraviesa la zona euro.
Como
se puede observar, esta es una compañía que ha basado su crecimiento, primero,
de forma orgánica, incrementando su capacidad de producción, para después
hacerlo también de forma inorgánica, comprando compañías fuertes en su sector
que, por motivos de recesión económica, no atravesaban por sus mejores momentos.
Delaviuda es un ejemplo de lo que muchas veces ha dicho otro grande, Warren
Buffet, que hay que comprar pensando a largo plazo, invirtiendo en valores
fuertes, cuando el mercado está en estampida. Buena lección de una empresa
española de las que dan ejemplo a todos.
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