El más codiciado de todos los tronos existentes en la
actualidad, en pleno siglo XXI, es sin duda el trono británico.
El Jefe de Estado del Reino Unido de la Gran Bretaña, en este
caso S.M. la Reina Isabel II, es además
el Jefe del Estado de todos aquellos países miembros de la Commonwealth, o
Mancomunidad Británica de Naciones, entre los que se encuentran Australia,
Nueva Zelanda, Canadá, Jamaica, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Granada,
Belice, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, las Islas Salomón, Tuvalu, San
Vicente y las Granadinas y Papúa Nueva Guinea.
El nacimiento de Jorge
Alejandro Luís, implica un cambio en el orden de sucesión a la corona, ya que
con su nacimiento pasa a ser el tercer heredero en la línea al trono de Reino
Unido y las quince naciones adheridas a la Commonwealth. Su abuelo, Carlos
Príncipe de Gales, ocupa el primer lugar. Y su padre Guillermo, Duque de
Cambridge el segundo.
Su tío, el príncipe
Harry pasa a ocupar el cuarto lugar. Esta vez más relajado, ya que el joven
príncipe ha comunicado alguna vez las dificultades que encontraba para
encontrar una novia apropiada y contraer matrimonio. El nacimiento de su
sobrino, le brinda un importante relax.
El quinto lugar pasa a
ocuparlo Andrés, Duque de York, seguido de sus hijas Beatriz y Eugenia, quienes
quedan en sexto y séptimo lugar respectivamente.
Eduardo, Conde de
Wessex, salta a la octava posición, y tras él sus hijos el Vizconde Severn y
Lady Luisa Windsor.
Y en novena posición,
seguida de sus hijos, continua la línea la Princesa Real Ana.
Debido al cambio de
ley que aprobó el Parlamento en el mes de Abril, si el pequeño príncipe hubiera
nacido princesa, ocuparía igualmente el tercer puesto en sucesión al trono. No
como le ocurrió a su tía abuela, la Princesa Real Ana, que tuvo que ceder
posiciones en favor de sus hermanos Andrés y Eduardo a pesar de haber nacido
después que ella.
Los tiempos evolucionan, también para antiguas monarquías como es la británica.
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