Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Mucho ha crecido Mercadona, y parece que le queda aún mucho por hacer, como, por ejemplo, su expansión en el extranjero, aunque no estamos hoy en el blog para hablar de las asignaturas pendientes de este grande valenciano, estamos para hablar de sus logros. Mucho se habla de su estrategia de precios, de su posición como distribuidor de una marca blanca que compite con las más grandes y establecidas, y, también como empleador que cuida de su gente. Pero hoy, queremos hablar de Mercadona como marca, y la verdad es que las noticias que hemos recibido son muy buenas.
Según el estudio Brand Asset Valuator, Mercadona es la única marca española que se posiciona en el top ten, según los consumidores españoles. Si señores, Mercadona es profeta en su tierra, y eso tiene muchísimo mérito. A continuación, mostramos el ranking:
Tabla 1. Ranking de marcas más valoradas por los consumidores españoles, 2015
Lo primero a destacar de este ranking, como ya hemos comentado, es que Mercadona es la única marca patria, rodeado por auténticos gigantes, todos ellos enormes multinacionales, presentes a nivel global desde hace décadas. Encontramos tres auténticos clásicos, como son Coca-Cola, Nestlé, Nike y Adidas, presentes en la vida de los españoles desde hace ya tantos años, que forman ya parte de nuestra vidas. Danone es una empresa que antaño fuera española y que, tiene una enorme penetración en España, y que, en su día, no se llevaba muy bien con Mercadona, aunque parece que esas asperezas se superaron con algo de cariño y buena voluntad por ambas partes. Sony, es también otro clasicazo que lleva muchos años en España, y con una imagen muy relacionada con la calidad por cierto, por lo que, hasta cierto punto, estas marcas no sorprenden por su resultado, aunque, sin duda, tiene muchísimo mérito mantenerse tan alto. Otras han llegado, y es que, todo lo que tiene ver con tecnología es cada vez más glamuroso y despierta muchísimo interés, y es ahí donde están Google, Whatsapp y Youtube, que, lo cierto es que han llegado para solucionar buenas parte de nuestras necesidades de información y comunicación. De hecho, no hace mucho tiempo, un alumno me pregunto «profesor, ¿cómo encontraban Vds. la información acerca de un tema en los años 90?» Y tuve que responder «en la biblioteca».
Por fortuna, entiendo mi respuesta, al paso al que vamos, me temo que aquellos que acaben la universidad a finales de esta década no sabrán de qué les estoy hablando porque no habrán necesitado ir a una biblioteca para nada, de hecho, personalmente, no sabría cómo encontrar algo sin Google, y me supondría un problema dejar de usar Whatsapp para comunicarme, tanto en mi vida personal, como en la profesional.
Las marcas, y lo que representan, son, en gran medido un reflejo de sus sociedades, y este ranking tiene mucho sentido en un país, tradicional como es España, donde marcas «de toda la vida» siguen aguantando ahí arriba, y donde otras «recién llegadas» han logrado abrirse hueco. Y es ahí donde se encuentra Mercadona, en un sector enormemente maduro, que cada se concentra más, compitiendo con éxito, y con ganas de seguir creciendo.
Desde aquí, felicitamos a Mercadona por su tesón y su trabajo, este ranking demuestra que cada pequeño esfuerzo diario tiene su recompensa.
Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Dos gigantes de la distribución de música, libros y electrónica de consumo están cerca de llegar a un acuerdo para fusionarse, aunque, en este tipo de operaciones, nunca se sabe. Lo cierto es que lo peor para la distribución de electrónica de consumo ya pasó, y los que han sobrevivido, se están dando cuenta, o mejor dicho, lo saben desde hace décadas, que en este sector, el tamaño importa. Lo cierto es que ser grande es casi siempre una ventaja, pero en un sector en el que las economías de escala y la centralización de compras es clave, todavía más, y si no, que se lo digan a Amazon, sin duda, el retailer más exitoso del mundo, inclusive mejor que Wal – Mart, Carrefour o Alcampo.
Fnac es todo un gigante en dos mercados grandes de Europa, Francia y España, mientras que Darty se defiende muy bien en Francia, Bélgica y Holanda. Media Markt es un competidor cada vez más duro, con una fortísima presencia a nivel europeo, y una potentísima imagen de marca. No queda otra, hay que crecer, y hay que crecer rápido, y la experiencia ha demostrado que una adquisición o fusión a tiempo, bien llevada a cabo, puede ser la mejor manera de ganar tamaño, y ahí tenemos el ejemplo de Carrefour. En esta operación, es Fnac quien se quiere hacer con Darty (otrora el dueño de Menaje del Hogar) y la oferta que ha hecho parece muy interesante, si bien lo lógico es que los accionista de Darty peleen por lograr sacar lo máximo posible, y negocien hacia arriba, personalmente, yo haría exactamente lo mismo.
La oferta, en principio, se basa en cromos. Un intercambio de 1 acción propia por 39 de Darty. Insisto, no me parece una mala oferta, aunque hay que tener en cuenta que Darty cuenta con nada más y nada menos que 400 tiendas de electrónica en Francia, Bélgica y Holanda, por las 186 de Fnac, si bien es cierto que el formato de las tiendas es muy diferente, pero, aún así, estamos hablando de 400 tiendas.
El grupo que se formaría tras esta operación facturaría un total de 7.400 millones de euros, una cifra muy considerable, que haría del nuevo Fnac, uno de los grandes de Europa, un mercado muy maduro pero siempre enormemente interesante por su estabilidad, sobre todo si lo comparamos con otras zonas del globo.
El final de esta historia lo veremos seguramente antes de que finalice este año, puesto que parece que ambas partes tienen ganas de entenderse y mucho que ganar. Eso sí, las negociaciones serán de lo más interesantes, por todo lo que hay en juego. Siguen las concentraciones, y seguiremos viéndolas, no sólo en este sector, otros como el bancario o a la distribución de alimentación seguirán un proceso parecido, los mercados son cada vez más grandes, los clientes más complejos, y ser grande es cada vez un activo más valioso, y sobre todo más tangible.
Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Amazon no para, y la verdad es que, cada vez que se lanza a la distribución de nuevas categorías, suele irle muy pero muy bien. Ahora Amazon ha dado otra paso, y se ha decidido por introducirse en un mercado difícil, con bajos márgenes, pero, eso sí, con mucha rotación, y que, si lo hace bien, puede generarle un todavía más alto tráfico a su sitio web. De hecho, no sólo se ha lanzado a distribuir alimentación, también se ha centrado en limpieza del hogar.
Eso sí, por ahora se trata de productos no perecederos, y es que, los productos frescos suponen una gran complicación en su gestión y tratamiento, y tienen un alto riesgo de generar pérdidas, precisamente por su carácter perecedero. Los pedidos de Amazon llegarán a su destino en un plazo de 24 horas, muy en línea con el servicio que suele ofrecer este gigante de la logística, porque, que nadie se engañe, Amazon es sobre todo un empresa de logística, y de las mejores del mundo.
Amazon además ofrece un servicio extra en la Comunidad de Madrid, y es un envío express, por el cual, el pedido llegará a su destino antes de la 14.45.
Lo cierto es que Amazon tiene pensado ampliar este tipo de servicios en España, tanto es así, que su portal ha quedado abierto para productores y distribuidores españoles.
¿Hasta dónde llegará esta nueva iniciativa de Amazon? Creo que no se van a quedar aquí, y que seguirán adelante con la distribución de este tipo de productos. España es un país que gasta mucho en comida, y, aunque los márgenes sean bajos, potencialmente, los volúmenes son muy considerables. Además, se trata de productos que se adquieren cada poco tiempo, es decir, se trata de productos de alta rotación, que generará un número alto de visitas recurrentes a la web, lo que, potencialmente, puede a su vez generar más ventas de otro de categorías con mejores márgenes, o quizá con los mismos, pero que, a su vez, generan más volumen de ventas.
Sin duda Amazon es un gigante de la distribución que se comporta con tal, y hace tiempo que decidió que podría comercializar cualquier tipo de producto que el consumidor esté dispuesto a comprar por internet, y el tiempo, está de su lado, en el mundo, cada vez estamos más acostumbrados al e-commerce, y lo lógico, es que las barreras digitales sigan cayendo, cada vez más rápidamente.
Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
McDonald’s lleva tres años con caídas en ventas, y eso es algo que, un gigante no se puede permitir. Lo cierto es que las cifras más preocupantes están llegando desde EEUU, su mercado principal, y a pesar de todos los cambios que se han llevado a cabo desde que surgieron estas preocupantes cifras, no se ha logrado dar la vuelta a la situación.
Ahora, y tras, como no podía ser de otra manera testar esta nueva iniciativa (algo típicamente americano eso de testar las propuestas, y sin duda, una de sus mayores contribuciones al mundo de la empresa) en algunos puntos de venta del país, ubicados en las ciudades de San Diego y Nashville, van a ponerlo en marcha en todo el territorio estadounidense tras el OK mayoritario de sus franquiciados en este país. Parece algo sencillo, se trata de comercializar una gama de productos, que supone hoy el 25% de las ventas de la empresa en su mercado principal, a lo largo de todo el día, en lugar de hacerlo sólo hasta las 10.00. Sin embargo, el tema es algo más complicado de lo pudiera parecer. La empresa cuenta con más de 14.300 restaurantes en EEUU, y todos ellos cuentan con equipos que permiten hacer desayunos y hamburguesas, pero, una cosa tras, no se pueden hacer ambos tipos de productos a la vez, y este es el motivo por el cual, hasta ahora, sólo se servían desayunos hasta la 10.00. Y este es también el motivo por el que la compañía ha consultado a sus franquiciados si les parecía buena idea abrir este horario más allá de esa hora, hay que cambiar los equipos, por otros que permitan producir ambos tipos de productos a la vez, no uno tras otro.
Hay que tener en cuenta que cada restaurante McDonald’s es una pequeña fábrica que trabaja con productos semiterminados que adquieren de una central, al igual que tantas otras cadenas de restauración. Con este cambio, absolutamente comercial, y que busca objetivos comerciales, hay que cambiar todas y cada una de esas pequeñas fábricas, y, lógicamente, en el caso de los restaurantes bajo franquicia, este es un coste que corre a cargo del franquiciado, no de la compañía. ¿Qué inversión tendrán que hacer para este cambio? Entre 500 y 5.000 dólares por restaurante, según el equipo con el que cuenten, es decir, que puede suponer una inversión total de alrededor de 70 millones de dólares como máximo.
Teniendo en cuenta que los clientes de McDonald’s son los que están pidiendo, desde hace tiempo, poder adquirir productos típicos del desayuno a lo largo de todo el día, una inversión de 70 millones de dólares, que van a acometer los franquiciados, para un mercado en el que venden miles de millones de dólares, tiene todo el sentido del mundo. ¿Mejorarán sus cifras de ventas con este movimiento? Lo más probable es que sea así, aunque, en cualquier caso, en mi modesta opinión, lo que seguramente está pasando en EEUU es un cambio de tendencia de consumo, relativamente fuerte. EEUU es un país en el que, a lo largo de todo el siglo XX, ya incluso durante el boom de la década de los 1920, el éxito empresarial se basaba en la estandarización del producto, y el mercado y sus consumidores se acostumbraron a ello, y abrazaron con gusto dicha estandarización, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial. Ahora, lo que se está produciendo, hasta cierto punto, es un movimiento a la inversa, sobre todo en productos relacionados con el cuidado personal, como es el caso de la alimentación, ciertos consumidores estadounidenses, sobre todo aquellos con un poder adquisitivo medio – alto, buscan productos saludables, con un menor componente estándar, o que al menos, parezca más saludable, hecho en el momento, y personalizado. Quizá sea ahí donde resida la clave, en que parezca saludable y personalizado, sin duda un enorme reto para cualquier gigante, aunque, si algo nos ha demostrado McDonald’s es que es capaz de hacer cosas increíbles.
Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Siempre pensé que Brasil caería primero, que después vendría China y que todo ello sucedería a comienzos del segundo trimestre de 2017. Sin embargo, si bien ambas economías están sufriendo y ni siquiera han comenzado a sufrir ni la más mínima parte de lo que está por llegar, ha sido al revés: China ha flaqueado y Brasil se lamenta. Y todo ha comenzado todo en este 2015, que está suponiendo, sin lugar a dudas, un cambio interesante en la economía global.
¿Qué está pasando exactamente? El problema de Brasil es que China ya no es capaz de crecer como lo hacía antes. Hace unos días comentamos lo que está pasando en China y uno de sus principales problemas es que la demanda interna no es capaz de tirar como lo hacía anteriormente; es decir, los chinos no gastan con la alegría con la que solían hacerlo no hace tanto tiempo. Eso supone que sus fábricas no producen lo que solían producir y, por lo tanto, tienen menos necesidad de materias primas. Esto último es, precisamente, lo que ha unido a Brasil y a China durante los últimos 15 años como nunca antes: China ha sido el principal cliente de las materias primas brasileñas, y como ya no compra como antes, Brasil, no tira como antes, ni muchísimo menos; de hecho, está empezando a sufrir lo suyo:
* En lo que va de año la bolsa ha caído un 22%, y lo que te rondaré morena.
* Su moneda, el real, ha perdido un tercio de su valor respecto al dólar, en este 2015.
* A cifras del segundo trimestre, la economía se ha contraído un 1,9%, entrando en recesión tras dos meses de decrecimiento, y esto sólo ha comenzado.
A esto hay que añadir que la inflación acumulada durante estos últimos años de locura -o como yo los llamo, los años del “Ai se eu te pego”– ha hecho que las familias brasileñas no puedan consumir como antes, porque todo resulta más caro. En principio, esto se resolvería de manera automática en unos trimestres, ya que, al reducirse el consumo, también bajarían los precios, sin embargo, aunque esto se produzca hasta cierto punto, las familias brasileñas deben hacer frente ahora, a varios problemas:
1º.- La devaluación de la moneda les ha hecho perder aún más poder adquisitivo, ya que, ahora, las importaciones son más caras que antes.
2º.- Aunque las exportaciones deberían tirar para arriba debido a la devaluación de la moneda, lo que Brasil exporta -o al menos esa ha sido una de las bases de su modelo económico- son materias primas; y son los emergentes los principales consumidores de las mismas, y los emergentes, con China a la cabeza, comienzan a enfriarse. Y, lo más probable, es que se queden “helados” en apenas unos trimestres.
3º.- Créditos, de todo tipo: al consumo, y, desde luego, hipotecas. Los brasileños, al igual que los españoles, irlandeses o norteamericanos, no lo pueden evitar: todos nosotros llevamos un potencial “terrateniente” en lo más profundo de nuestra alma, lo que supone que se han lanzado durante estos últimos años a la adquisición de viviendas, las cuales han sido financiadas vía hipotecas. Tampoco se han quedado atrás las ventas de coches, la mayoría, a su vez, financiadas. Lo mismo ha pasado con bienes de equipo para el hogar, cuyas ventas han sido altas, y, en muchos casos, han sido financiadas vía préstamos. ¿Cómo van a pagar los brasileños sus créditos si pierden sus puestos de trabajo y, por ende, se ven reducidos sus ingresos? Esta es la pregunta del millón cuando se acerca o, en este caso, llega, una recesión económica. ¿Cómo afectará esto a los bancos que operen en Brasil? Dependerá de la duración del periodo de dificultad económica. Si éste es largo -como parece que será en el caso de Brasil y también en el de China-, los bancos se verán afectados de una manera muy negativa, ya que, los créditos, han contribuido, y mucho, al gasto y las inversiones realizadas por empresas y familias en Brasil en estos últimos años de enorme crecimiento. Esto es algo que los españoles, estadounidenses, irlandeses y portugueses conocemos muy bien, porque suena mucho a septiembre de 2008.
La crisis brasileña es diferente a la de las hipotecas subprime que saltó en EEUU en julio de 2007 en muchas cosas pero, sobre todo, en su origen. La crisis que ha azotado Estados Unidos y Europa desde, sobre todo, 2008, es de origen financiero, se originó en el sector financiero, y después se transmitió, como no podía ser de otra manera, a la economía real. En el caso de Brasil es al revés: es la economía real la que está dejando de tirar y es el sector financiero el que, más temprano que tarde, se verá afectado, y, a su vez, tirará aún más hacia abajo, de la economía real.
Sin duda, las cosas se van a complicar mucho, no sólo en China y Brasil. Otros emergentes se verán afectados, ya que los mercados financieros tenderán a castigarlos a todos, si bien, lógicamente, no a todos en la misma medida. En el caso de China, debido a su relevancia en Asia, afectará, sin lugar a dudas, a todo el continente; de hecho, habrá que ver cómo reaccionan Rusia -que tiene sus propios problemas- e India, para mí, sin lugar a dudas, el gigante dormido -tengo muchas ganas de ver también todo lo que pueden hacer economías como México, Colombia y Perú en el presente siglo, que debería ser el suyo-. En el caso de América, Brasil es la economía más importante de Sudamérica y la segunda del continente tras Estados Unidos, lo que, sin duda, afectará a la región, más de lo deseado, pero, quizá, menos de lo que podría. Digo esto porque hay países como México, Chile o Perú, que, al tener tratados comerciales con Estados Unidos, tienen posibilidades de aguantar algo mejor, si son capaces de sacar partido a dichos acuerdos.
Todo apunta, pues, a que se produce un nuevo cambio en el marco internacional; cómo va a afectar a la economía global, lo veremos en poco tiempo, como he dicho hace unos días, tras los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Río de Janeiro en 2016 quedará todo más claro, aunque nada hace parecer, al menos por el momento, que China y Brasil sigan creciendo a los ritmos a los que se habían acostumbrado los últimos quince años de este siglo.
Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
¿Qué está pasando en China? Muy simple y complicado a la vez: que se está desinflando. Esto es lo que tienen los ciclos económicos, que son cíclicos, y, nos guste o no, al menos en economía, lo que sube, tiene también que bajar. ¿Es posible que una economía crezca de manera ininterrumpida, per secula seculorum? Reconozco que en el año 2005 era de los que pensaba que los ciclos económicos, tal y como los habíamos conocido hasta entonces, con subidas y bajadas, habían desaparecido; y pensaba que era posible mantener crecimientos sostenidos durante enormes periodos de tiempo. Lo cierto es que lo sucedido desde julio de 2007 me ha convencido de lo contrario; y es que la realidad supera siempre a la ficción.
China lleva ya muchos años creciendo a ritmos enormes en base a dos premisas:
1º.- Enormes cifras de exportaciones.
2º.- Fuerte crecimiento de la demanda interna.
Lo que ambas cosas generan es un incremento de ingresos para las empresas y rentas para las familias, y, a mayores niveles de renta, mayores niveles de gasto: es ley de vida. Cuando la demanda sube, suben también los precios, es decir, la inflación. Cuando todo se encarece, incluida la mano de obra, se pierde competitividad. Hay que recordar que el modelo económico chino se basa en una enorme cantidad de mano de obra a un precio baratísimo. Lo que pasa es que, aunque parezca mentira, producir en China ya no resulta tan barato, y los altos niveles de precios para los flacos salarios chinos, además de altos niveles de endeudamiento para la adquisición de viviendas y otros bienes, han hecho que la demanda interna haya menguado, y que la capacidad de exportación de China ya no sea la que fue. De nuevo, lo que ha pasado es que China ha perdido competitividad en estos últimos años de fortísimo crecimiento.
¿Qué va a suceder a partir de ahora? Los emergentes van a sufrir en general, sobre todo, Brasil y China, pero, en general, veremos como la confianza de inversores se va perdiendo paulatinamente hasta que, tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, comience una larga y turbulenta espiral hacia abajo para estas economías. Debo decir que siempre pensé que este acusado descenso que se producirá prácticamente después de los JJOO, no se iba a producir hasta el segundo trimestre de 2017. Me temo que me equivocaba. De hecho, siempre creí que estos «problemas» por lo que han pasado (y están pasando), las economías brasileña y china, no llegaría hasta el cuatro trimestre de 2016. Parece que estos tiempos se están acortando, y ambas economías dan claras señales de agotamiento, y están tirando por dos motivos:
– Brasil: esta economía sigue funcionando, con algunos problemas, fruto de los vaivenes en el mercado de divisas, porque aún no se ha terminado de construir todo lo necesario para los Juegos Olímpicos. Una vez estos terminen, la cosa se pondrá muy fea, me temo (espero de verdad equivocarme).
– China: el Gobierno está haciendo verdaderos esfuerzos por ganar competitividad, seguir exportando, y que la burbuja inmobiliaria no se lleve por delante la tenue clase media china, y parte de sus bancos. La cuestión es, ¿durante cuánto tiempo se podrá aguantar esta situación?
Lo bueno de los ciclos económicos es que cuando uno está sufriendo una crisis, si se hacen las cosas como hay que hacerlas, éstas terminan. Lo malo es que, cuando está en la cresta de la ola, lo único que puede venir es peor que lo que hemos pasado. Si algo he aprendido del periodo 1997-2014 es que las economías se basan en ciclos y que éstos siempre vienen y van. Otra cosa que he aprendido es que suelen ser parejos, es decir, a un periodo económico de bonanza, le sigue uno de dificultades igual de grande: a más bonanza, mayores dificultades, y, por lo general, tienden a durar lo mismo.
Ya veremos qué sucede en los próximos meses, aunque, insisto, preveo un final de 2015 algo complicado para todas las economías emergentes -sobre todo la china y la brasileña- y un 2016 duro, sobre todo, los trimestres III y IV, ya que, tras los Juegos Olímpicos, y lo que éstos arrastran, pueden venir años difíciles. Puede preguntar lo que sucedió en España tras la Expo y los Juegos Olímpicos del año 1992, a cualquiera nacido en 1973 o antes, y ya verá cómo se acuerda a la perfección.
Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Google, una de las compañías multinacionales más importantes del mundo, anunció esta semana una doble revolución a nivel ejecutivo y corporativo. En primer lugar, se ha creado una nueva sociedad matriz, “Alphabet Inc.”, que controlará todas las unidades de negocio de Google, las cuales ahora pasan a ser empresas independientes bajo la supervisión de la “empresa madre”. Larry Page, hasta ahora CEO de Google, será el presidente de esta nueva compañía, al tiempo que ha nombrado a su mano derecha, Sundar Pichai, como director ejecutivo del motor de búsquedas.
La compañía con sede en Mountain View (California) cuenta con 57.150 empleados; facturó 16.153 millones de euros en 2014 gracias, sobre todo a la publicidad que genera su motor de búsquedas; y aparte de ser uno de los valores clave en el Nasdaq de Wall Street (su valor bursátil es de 460.000 millones de dólares) es, después de Apple, la segunda marca con mejor reputación a nivel mundial, de acuerdo con el ranking anual elaborado por Interbrand. Así pues, ¿por qué este cambio?
Larry Page, “alma máter” de Google, ha justificado esta reestructuración aduciendo que “la compañía va bien pero podría ir mejor”. El objetivo de Page es triple: dar autonomía a cada una de las subsidiarias de la nueva empresa para fomentar su creatividad y proseguir la diversificación de su negocio; promover la I+D como valor añadido principal del grupo; y apostar por una política de mayor transparencia.
Alphabet pretende devolver al grupo el original espíritu de compañía start-up, profundizando la idea que siempre ha defendido Larry Page: “no somos una compañía convencional ni aspiramos a serlo”. Así, la exigente demanda de innovación que existe en el mercado tecnológico hacía necesario adelgazar las estructuras corporativas y agilizar el proceso de toma de decisiones; de esa forma, se favorecerá la escalabilidad de la empresa y se promoverá la I+D, con la pretensión final de que las ideas más transformadoras acaben deviniendo productos comerciales exitosos. Page pretende que todas las líneas de negocio del grupo funcionen a pleno rendimiento y sigan el modelo de YouTube, que funcionaba en la práctica como una estructura empresarial autónoma. A partir de ahora, además de Google Inc., las hasta ahora unidades de negocio X Lab, Ventures y Capital –antes todas ellas con la etiqueta “Google”-, así como Nest y Boston Dynamics, pasarán a ser compañías mercantiles dependientes de la empresa matriz, Alphabet, que ha sustituido de forma automática a Google Inc. en el Dow Jones. Finalmente, y en aras de una mayor transparencia, Alphabet Inc. desglosará las cuentas de cada una de las compañías dependientes de la matriz a partir del Q4.
El propio Larry Page, en una carta publicada en su blog, cuando justificaba el por qué de su decisión, señalaba: “Durante mucho tiempo creíamos que, con el tiempo, las compañías tienden a acomodarse haciendo lo mismo, simplemente llevando a cabo cambios coyunturales. Pero en la industria tecnológica, donde las ideas revolucionarias conducen a las próximas áreas de gran crecimiento, necesitas ser un poco inconformista para mantener tu posición”. Así pues, este drástico cambio deja implícito un mensaje que debe quedar grabado en la mente de todo empresario: los grandes líderes son aquellos que no caen en el conformismo y se adelantan a los cambios que imperan a toda velocidad en el mundo empresarial y, más especialmente, en el mundo “puntocom” en el que se mueve Google.
Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Desde hace casi un mes, mientras el mundo centraba su atención en la posible salida de Grecia de la zona euro, ha venido acaeciendo otro fenómeno, cuyas consecuencias serían mucho más destructivas para la economía mundial que el temido “Grexit”. Hablamos del más que presumible pinchazo de la Bolsa de China, la segunda más importante del mundo si juntamos sus tres principales parqués: Shanghai, Shenzhen y Hong Kong.
Las alarmas empezaron a saltar a finales de junio: sólo en la segunda quincena de ese mes, el Shanghai Composite Index, principal índice bursátil del país, se había hundido un 25%. Asimismo, pese a que el Banco Popular de China (regulador central del sistema bancario) realizó una agresiva política monetaria de naturaleza expansiva y bajó los tipos de intereses, la hemorragia en el parqué no se cortó. De hecho, hace una semana, el 27 de julio, las Bolsas de Shanghai y Pekín sufrieron su mayor caída en una sola sesión desde 2007; en concreto, el Shanghai Composite se dejó un 8,5% y el CSI-300 (índice de las Bolsas de Shanghai y Shenzen) sufrió una debacle similar. En total, el mercado de valores chino se ha dejado un 14,3% en el mes de julio, su peor mes desde agosto de 2009. Sólo la Bolsa de Hong Kong parece aguantar la caída.
¿Cuáles son las causas de la espiral decreciente en la que parece haberse instaurado el mercado de valores chino? ¿Ha entrado o corre riesgo de entrar el gigante asiático en barrena? Para empezar, analistas de distintas instituciones como Bank of America, Credit Suisse o Black Rock han venido avisando de la sobrevaloración de las acciones del parqué chino, al tener un Prices per Earning Ratio medio de 70 sobre 1; esto es, tenían un precio 70 veces superior a los beneficios de las compañías (la media mundial se sitúa en 18,5 sobre 1). A ello hay que unir el uso obligatorio de split de títulos para distinguir entre inversores chinos e inversores internacionales. Este derrumbe, no cabe duda, puede tener efectos catastróficos sobre la economía del país. De hecho, decenas de inversores minoristas, sin conocimientos en el ámbito financiero, han invertido grandes cantidades en Bolsa… y ahora pueden perderlo todo. En tan sólo mes y medio, se han volatilizado la friolera de tres billones de dólares, cantidad equivalente a tres veces el PIB de España. Hablamos, pues, de uno de los mayores cracks bursátiles de la Historia en términos absolutos.
Al mismo tiempo, aunque el PIB de China aumentó un 7% en el segundo trimestre, dicha cifra indica una ralentización en el crecimiento del país; a ello hay que unir los crecientes temores por síntomas negativos como el decrecimiento del transporte de mercancías, el retroceso del PMI de manufacturas, así como la caída de compra de cemento y, sobre todo, de la demanda de materias primas para el consumo energético. A ello hay que unir que la deuda privada china es del 200% del PIB y resulta especialmente nociva en el sector inmobiliario y de la construcción; de hecho, multitud de empresas, especialmente aquellas que son propiedad del Estado o de empresarios cercanos al Gobierno, han realizado multimillonarias inversiones en infraestructuras y viviendas que no han resultado rentables, lo que puede arrastrar al sector financiero, especialmente el controlado por el régimen de Pekín, a pérdidas multimillonarias. En definitiva, ¿corre China también el riesgo de que, además de un crack bursátil, estalle su temida burbuja inmobiliaria?
El Gobierno de Pekín, además de la ya mencionada política monetaria expansiva, ha tomado otras medidas como: crear un fondo de especialización bursátil; implantar una moratoria de seis meses para que evitar que salgan al mercado nuevas acciones; y prohibir que los directivos y máximos accionistas vendan sus títulos bursátiles con el fin de evitar que el parqué siga cuesta abajo y sin frenos. Veremos qué panorama se cierne sobre China, pero de saltar por los aires la segunda economía del mundo los efectos no tardarían en llegar al resto del mundo dada su influencia decisiva en la aldea global.
María de las Nieves Pérez Verdú
Directora del Observatorio de Protocolo
Constanza Business & Protocol School
El pasado 21 de julio, Bélgica celebró su Día Nacional. Como viene sucediendo desde los últimos dos años, fecha en la que el Rey Alberto II de los Belgas abdicó en su hijo Felipe estos actos vienen presididos por el nuevo monarca, que ha dado a la institución la continuidad que necesitaba.
Los actos de celebración comenzaron el día anterior. El 20 de julio por la tarde, el Rey Felipe y la Reina Matilde acompañados por la Princesa Astrid y su marido el Príncipe Lorenzo presenciaron el concierto “Preludio del Día Nacional” que tuvo lugar en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y fue interpretado por la Orquesta Nacional de Bélgica. El concierto marca el comienzo de los actos. Desde la abdicación, los Reyes Alberto y Paola ceden todo el protagonismo a su hijo, el Rey Felipe y actual Jefe del Estado de los Belgas, y a su familia, aunque sin duda continúan siguiendo desde muy de cerca estos actos. Lo que también está claro es que en este día tan señalado la Familia Real de los Belgas al completo echará mucho de menos a la recientemente fallecida Reina Fabiola, la Reina proveniente de España y que supo conquistar el corazón del pueblo belga (11/junio/1928 – 5/diciembre/2014).
Al día siguiente por la mañana, es decir el mismo día 21 de julio, el Rey Felipe acompañado por su familia estuvo presente en el Te Deum o Misa de Acción de Gracias en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas. La tradicional ceremonia fue oficiada por el Arzobispo Andrés-José Leonardo, y al finalizar la misma, los Reyes acompañados de sus cuatros hijos la Princesa heredera Isabel, el Príncipe Gabriel, el Príncipe Enmanuel y la Princesa Leonor saludaron a la multitud que se agolpaba a las puertas de la Catedral de Bruselas. Tal y como marca el protocolo, el Rey vistió el Uniforme de Gala del Ejército, mientras que la Reina y sus hijos lucieron elegantes conjuntos, los dos hijos varones lucieron trajes de chaqueta en tono oscuro y al igual que su padre los acompañaron de corbata oscura y camisa blanca. La Reina Matilde lució un traje corto y como complementos eligió una gran pamela y un pequeño clutch, y las pequeñas sendos vestidos en rosa.
Por su parte, la Princesa Astrid y su marido el Príncipe Lorenzo acudieron a la Misa Te Deum en la Catedral de Nuestra Señora en Amberes. Y el Príncipe Laurent y su esposa la Princesa Clara acudieron a la Iglesia Colegiata de Santa Waudru en Monsand y tras el servicio fueron recibidos en los jardines del Ayuntamiento. Es habitual en el conjunto de la Familia Real de los Belgas, que los hermanos del Rey acudan con sus respectivas parejas a celebrar esta Misa Te Deum en otras ciudades belgas. De este modo, la Casa Real de los belgas tienen representatividad en diferentes lugares del país.
El desfile militar del Día de la Fiesta Nacional tuvo lugar por la tarde en la Place des Palais donde el Rey Felipe pasó revista a las tropas, y a última hora de la tarde los Reyes de los Belgas visitaron el stand de “Fete au Park” en el Parque de Bruselas.
Por último las celebraciones finalizaron con unos fantásticos fuegos artificiales en la Place des Palais de Bruselas.
Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
Los que me conocen saben que tengo cierta debilidad por algunas empresas, y entre ellas, está Inditex, que es, sin duda, una de mis empresas favoritas de España junto con otras como BBVA o El Corte Inglés; pero vamos, los dueños de Zara, Pull and Bear y Massimo Dutti, entre otros, no hacen más que crecer, y de qué manera.
Inditex se encuentra en el lugar que le corresponde, en lo más alto, entre las 100 mayores compañías del mundo por capitalización. Este ranking lo realiza PwC, y es muy destacable el hecho de la que es la única empresa europea de su sector en este listado, lo que le da aún más mérito a este logro. Inditex ocupa exactamente el puesto 77 con una capitalización bursátil de 100.000 millones de dólares, cuatro veces más que en el año 2009. Estados Unidos sigue siendo, como es lógico, el país con el mayor número de empresa en este listado, con compañías como Walt Disney, Amazon, Home Depot o Walmarts. Es destacable el hecho de que buena parte de las empresas de este listado son tecnológicas, industriales o de gran consumo. Entidades financieras han sido duramente castigadas en bolsa y encontramos menos empresas que hace algunos años, muestra de la dureza de la crisis financiera internacional, que parece estar tocando a su fin, si bien la economía real está tardando más tiempo en recuperarse.
Inditex ha logrado un hito importantísimo, está creando valor para su accionista. ¿Y qué es eso de crear valor para el accionista? Es un clásico que Escuelas de Negocios y profesores de Finanzas repiten como un mantra, y lo hacen porque es la base de todo negocio y empresa, creada con ánimo de lucro. El accionista es el dueño de la empresa, y el que está arriesgando su dinero, y, en muchos casos, su patrimonio, y, por qué no decirlo, su prestigio profesional. Ese riesgo debe tener un retorno, una recompensa, y esa no es otra que la creación de valor.
Pero, ¿cómo se crea valor para el accionista? Hay dos vías principales:
1º.- Dividendos: cuando la empresa tiene un excedente de caja, que no va a destinar a reinversiones o nuevas inversiones, o pago de gasto corriente, puede hacer al accionista partícipe de sus beneficios, y le paga en base al paquete de acciones que posee.
2º.- Plusvalía en el valor de sus acciones: es decir, que las acciones que tiene el accionista hoy, valgan más dinero que cuando este las compró, así de simple.
El que la capitalización bursátil de Inditex hoy sea cuatro veces mayor que hace seis años quiere decir que sus acciones tienen un precio mayor, y que cualquier accionista que hoy desee vender, respecto a 2009, sacará una buena rentabilidad.
Que nadie lo dude: una empresa debe ser para sus accionistas una máquina de hacer dinero y de generar réditos y retornos interesantes. Todo Gerente, CEO, Director General, Presidente y/o Consejo de Administración que lo logre, estará haciendo aquello para lo que se le paga, generar valor para el accionista, y eso es exactamente lo que viene haciendo durante ya muchos años Inditex.
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