Muy peligrosa fortaleza del euro

Tener una divisa fuerte suele ser el objetivo de cualquier banco central, o no, depende del país de dicho banco central. Lo cierto es países que viven de atraer grandes inversiones extranjeras, o de atraer patrimonios e inversiones de personas de otros países suelen tener interés en disponer de divisas fuertes, pero todo tiene un límite.

Tener una divisa fuerte es fantástico en un país en el que las importaciones son enormes, ya que esto permite abaratarlas y mucho. Además, en línea con las importaciones, cualquier inversión realizada por el Estado, por empresas y ciudadanos de dicho país se hacen en condiciones francamente ventajosas ya que dichas inversiones o adquisiciones son mucho más baratas (siempre que puedan hacerse, lógicamente siempre hay ciertas restricciones a extranjeros). El problema viene cuando la fortaleza de una divisa pone en serio peligro el crecimiento económico del país. Eso es lo que puede suceder en la zona euro. Uno de los principales problemas que tiene el euro como divisa es que, las diferencias que hay entre los países que lo tienen como divisa son tan grandes, que no es nada fácil llevar a cabo una política monetaria adecuada para todos ellos. Son muchos los que critican al Banco Central Europeo, pero lo cierto es que no lo tiene nada fácil, de hecho, en mi modesta opinión, si hay una política monetaria difícil de dirigir, esa es la de la zona euro. Pero volvamos a los serios inconvenientes de la fortaleza del euro. Europa en general, y la zona euro en particular, necesitan exportar. En los casos particulares de Italia y España, buena parte de su crecimiento económico debe venir por las exportaciones, de hecho, en el caso de España, lo poco que se salvaba en los peores momentos de la crisis fue la capacidad exportadora de sus empresas. Es más, debido a un euro fuerte, el ajuste para tratar de lograr competitividad tuvo que buscarse vía salarios, es decir, con bajadas en los sueldos. De hecho, en un momento de fuerte crecimiento como el que se vive en estos momentos en España, los salarios siguen ajustados y no suben debido, en parte, a que la fortaleza del euro hace que se gane competitividad muy poco a poco. Bien es cierto que una economía puede ser enormemente competitiva con una divisa fuerte, pero una buena devaluación del euro habría ahorrado sufrimiento a países como Italia, Irlanda, Portugal y España, pero a Francia le habría venido de maravilla.

Sea como fuere, el caso es que el dólar está sufriendo lo suyo desde hace meses frente al euro. Esto tiene, sin duda, un componente muy positivo y muy relevante para la zona euro, y es que el petróleo y sus derivados se han abaratado, pero las exportaciones de la zona euro están sufriendo más de lo necesario. Por ejemplo, que España haya hecho récord absoluto de turistas extranjeros este verano tiene un enorme valor, no sólo por la cifra en sí misma, también hay que destacar que hacerlo con una divisa tan fuerte como el euro tiene mucho mérito. De hecho, si el euro hubiera estado más bajo, seguramente se habría podido vender un poco más caro, pero esa es otra cuestión.

Euro-dolar-100-Getty

Fuente: www.eleconomista.es

 

Lo relevante es qué va a hacer el Banco Central Europeo lo que queda de este año y sobre todo cara a 2018, ¿subirá tipos de interés dando un respiro a los bancos, o los mantendrá donde están para no comprometer el crecimiento? A esto, hay que añadir una cuestión aún más relevante si cabe, ¿mantendrá las políticas en lo que se refiere a las compras de deuda que finalizan en 2017, o las mantendrá en 2018? Sin duda estos son temas muy relevantes y de difícil respuesta. Subir tipos de interés y abandonar los programas de compra de deuda pueden tener un impacto francamente negativo en la zona euro, sobre todo en países como Italia, Francia o España, núcleo duro del euro y también de la UE ahora que los británicos han anunciado que se van, aunque parece que no se quieren ir del todo, pero sin duda se quieren ir, sin pagar nada a la Unión Europea, pero pagando un dineral, suponiendo esto un importantísimo ahorro para las arcas británicas, pero un ahorro que no será tal y que les costará más dinero, según lo que dicen y desdicen las autoridades británicas en lo que se refiere al brexit… En fin, ahora que parece que los británicos estarán con dos pies fuera de la UE, pero con la punta del dedo gordo del pie izquierdo dentro, es francamente relevante que España, Italia y Francia estén bien fuertes y sólidos. Sea como sea, este otoño parece que será movidito en lo que se refiere a los mercados de divisas, claro que, con todos los respetos, ¿ha habido alguna vez un año tranquilo? El mundo es así, se mueve, se mueve y se vuelve a mover, aunque, es muy importante estar al tanto de lo que sucede. Personalmente, creo que una depreciación (no he dicho devaluación) del euro, nos vendría de maravilla, nos daría un pequeño respiro, y nos permitiría, a todas las economías del euro ganar competitividad en los mercados globales de bienes y servicios, aunque, habrá que ver qué ocurre. Lo gordo vendrá en octubre, así que, con calma, está ya a la vuelta de la esquina.

 

 

Juan Aitor Lago Moneo

Director de Investigación de Constanza Business & Protocol School

Compartir esto