La importancia del packaging
Que si 4 ps, que si 7 ps, la verdad es que se ha escrito y dicho mucho acerca de las variables clave para que un producto funcione y para que su marketing sea exitoso. Todo cuenta, que nadie lo dude, ha sido así, y siempre será así. El día de hoy nos centramos en un “clasicazo”, que nunca pasa de moda, el packaging. ¿De verdad es tan importante? Si, de verdad lo es, y si alguien tiene alguna duda que se pase por cualquier supermercado. Las tres variables que más van a marcar nuestra decisión de compra en un lineal (en uno físico quizá más todavía que online, aunque Amazon tiene unos lineales extensísimos también, pero los tiene online) son la imagen que tengamos previa del producto o empresa, la imagen que tiene el producto en sí, y el precio. Sí, el precio es siempre una variable clave, para cualquier decisión de compra o de inversión. Que nadie se engañe, no tenemos la vida que queremos, tenemos la vida que podemos financiar, y eso se basa en nuestros ingresos, nuestra capacidad de ahorro y la liquidez de la que dispongamos en cada momento, entre otras variables financieras. Pero no estamos aquí para hablar de precio, hoy vamos a hablar de packaging, si bien este, tiene una relación directa con el precio, sólo hay que comparar el packaging de cualquier producto de gran consumo de una marca potente y de las principales, con una marca blanca. Todo cuenta, y todo influye, y como nos entre un producto por los ojos, influye muchísimo.
Hoy, vamos a comentar una marca de patatas fritas. Lo sé, las patatas fritas son un producto, a priori, simple, y que supone un desembolso muy pequeño de dinero, pero señores, que nadie se engañe, el packaging tiene también su importancia en este sector, en el que se compite a cara de perro. No las he probado todavía pero me han hablado de unas patatas fritas españolas, concretamente murcianas, que se hacen llamar “Pijo”, un nombre, muy español, y desde luego, muy murciano también, en las que, no sólo el naming es rompedor, también lo es el packaging.
La verdad es que tiene un look & feel muy rompedor, totalmente en línea con su naming y con la imagen que quieren dar. Son unas patatas fritas diferentes, para personas diferentes, o mejor dicho, para tomar de una manera diferente. Lógicamente, no sólo el packaging tiene su punto particular, también sus sabores. En mi modesta opinión, todo parece encajar muy bien, hay un trabajo de branding por detrás muy bien hecho. Otra cosa es que nos guste el nombre, o el look & feel, que nos sintamos identificados con esa imagen… Ese es otro tema totalmente diferente, de lo que vengo a hablar hoy, es del packaging de este producto, que, unas patatas fritas “de bolsa” que entran rompiendo, y que rompen simplemente con verlas. Personalmente, e insisto, esta es mi modesta opinión, me parece un look súper rompedor, y que, sin duda, aporta un toque absolutamente diferencial a estas patatas fritas respecto a las típicas que podemos encontrar en un supermercado, o en otro tipo de superficies. Desde fuera, desde luego, llaman la atención y mucho, y de manera que, resulta, cuando menos, interesante, y sobre todo auténtica.
Parece que la aventura no les está yendo nada mal, distribuyen ya en toda España y están dando el salto a otros países, como Portugal y Francia. Lo cierto es que, desde fuera, parece que hay mucho trabajo detrás de esta marca de patatas fritas, no sólo en el producto en sí, que seguro que también, me refiero al look & feel, a cómo se ha trasladado ese branding al packaging, porque, al final, no nos engañemos, estamos hablando de un producto muy de gran consumo, como son unas patatas de bolsa. Eso sí, estos señores de Murcia han sabido darle un toque visual, francamente diferencial, y eso cuenta, y mucho. Personalmente, estoy como loco por probarlas. Enhorabuena “pijos”, gran trabajo de naming, branding y packaging.
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